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TECNOLOGÍA

El ABC de la Inteligencia Artificial

Todos hablan hoy de Inteligencia Artificial, cada uno con su visión sobre su definición y lo que representa. Sin embargo, no existe una mirada integral de qué es realmente la IA. Muestra de esto es que, actualmente, 92% de las empresas a nivel mundial reconoce la importancia de contar con una estrategia de Inteligencia Artificial, pero sólo la mitad dice tener una comprensión completa de las tecnologías relacionadas con IA y sus aplicaciones prácticas. Análisis por Marco Ribas de Accenture

19 de marzo de 2019

La Inteligencia Artificial es mucho más que la tecnología de moda y puede transformarse en la revolución tecnológica más grande que haya visto nunca el mundo. Actualmente, las inversiones en IA están creciendo de forma exponencial. De acuerdo con la última versión del estudio TechVision, 41% de los ejecutivos a nivel mundial dice que la Inteligencia Artificial será la tecnología que tendrá mayor impacto en su negocio en los próximos años. Una cifra que no asombra, al considerar que para el año 2020, el mercado de IA superará los US$ 40 mil millones globalmente.

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Pero ¿qué es la IA exactamente? Es una estructura de diferentes tecnologías que, al unirse, permiten a las máquinas actuar con niveles de inteligencia humana. Cuenta con 4 capacidades principales:

  • Sentido: les permite a las máquinas percibir su entorno adquiriendo y procesando imágenes, sonidos, palabras, textos y otro data.
  • Comprender: la inteligencia artificial les entrega a las máquinas la capacidad de entender la información que recolecta, reconociendo patrones.

  • Aprender: la inteligencia artificial les permite a las máquinas continuamente mejorar su desempeño aprendiendo del éxito o las fallas que ha tenido en las acciones que han adoptado.
  • Las capacidades de sentir y comprender son desarrolladas por la Inteligencia Artificial a través del Cloud Computing. Aplicando algoritmos de autoaprendizaje que usan data mining, reconocimiento de patrones y procesamiento de lenguajes naturales les permite a las máquinas imitar la forma en que funciona el cerebro humano.
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    El aprendizaje es la capacidad que diferencia a la IA de otras formas de automatización, ya que la convierte en un sistema “inteligente”. A través de machine learning la IA puede decidir qué acciones son necesarias realizar para completar un objetivo, a través del análisis de data. El machine learning está en el core de los sistemas de IA, con el procesamiento de lenguajes naturales el cual puede comprender las palabras y textos casi en tiempo real; la visión artificial que puede entender estímulos visuales con precisión extraordinaria, o búsqueda de información optimizada.

    Un ejemplo de Machine Learning es lo que ocurre con el Deep Learning. Este sistema imita al cerebro animal, con una red de nodos interconectados, imitando las neuronas del cerebro biológico. Cada nodo recibe un input, cambia su estado interno y produce un output acorde. Ese output luego forma inputs para otros nodos y así sucesivamente. 

    Cuando se habla de inteligencia artificial muchos piensan inmediatamente en los robots y la robótica. En el contexto de los negocios, esto puede significar la automatización de manufactura o procesos de servicios usando robots mecánicos y, cada vez más, la automatización de procesos administrativos usando la Automatización Robótica de Procesos (RPA). Estrictamente hablando, debido a que la RPA está diseñada para procesos que nunca varían, no requiere de “inteligencia” en lo absoluto. Es por eso que este proceso es el más recomendado para que las empresas comiencen su “viaje” hacia la Inteligencia Artificial.

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    Al referirse a la automatización, es fundamental visualizar lo que ocurrirá con los trabajos actuales. Hoy la mano de obra latinoamericana incluye un alto porcentaje de personas cuyo trabajo está compuesto en gran parte de tareas rutinarias que podrían realizar máquinas inteligentes. Sin embargo, el nivel de pérdida de puestos de trabajo por la automatización dependerá  de cómo las empresas y el sector público preparen a las personas en las habilidades que serán necesarias en la fuerza laboral del futuro: capacidades sociales y de liderazgo, de improvisación y juicio, así como la preparación de profesionales que puedan entrenar sistemas de inteligencia artificial y procesar la data generada por la IA.

    El momento de iniciar el viaje de la Inteligencia Artificial es ahora, porque su desarrollo será el elemento diferenciador que permitirá a las empresas mantenerse competitivas en la era post digital.  Quienes no avancen en este aspecto a un ritmo acelerado, no lograrán mantenerse vigentes en un mercado cada vez más cambiante.

    Por: Marco Ribas