Valiente pendejada

Valiente pendejada

Hace unos meses compartí podio en un evento de la Universidad de Miami con Alejandro Werner, el Director Gerente del departamento del hemisferio occidental del FMI. Durante su disertación el doctor Werner le presentó a la audiencia las nuevas estimaciones que tiene el FMI sobre el calibre de la debacle que ha sufrido Venezuela de la mano del gobierno del dictador Nicolás Maduro. Según los números que maneja Werner, Venezuela es el único caso que ha existido en el último medio siglo donde el PIB se haya contraído de la forma que lo ha hecho en un país que no está inmerso en una guerra civil. Según Werner, la caída acumulada del PIB desde el 2013 (hasta el 2019) ya alcanzó un 65%. Solo dos países en el mundo sobrepasan a Venezuela en la caída del PIB: Georgia y Libia, dos países que continúan inmersos en terribles conflictos bélicos y donde el tamaño de la economía se ha reducido en un 80% desde el 2010. 

La génesis de la debacle venezolana es el famoso “exprópiese” del tirano Hugo Chávez. Y valga decir que ese “exprópiese” es la segunda derivada del neopopulismo de Gustavo Petro, el mentor del difunto Hugo Chávez. La envidia y el resentimiento son la base fundamental del famoso neopopulismo del Senador Petro, ese modelo fallido que el líder de la Colombia Humana quiere implementar en Colombia. El exprópiese de Chávez destruyó completamente el aparato productivo de Venezuela, y la destrucción del aparato productivo trajo de la mano la completa destrucción de las instituciones en ese sufrido país. 

Pero como argumentaba Thierry Ways en una columna reciente en El Tiempo, se le acabaron los días al experimento del chavismo en Venezuela. Como comentaba Ways en su columna, estas palabras ahora fluyen de la boca del tirano Maduro: “No podemos regalar nada”, sentenció, refiriéndose a un programa social para repartir zapatos (que hace parte del ‘plan Z’ para la producción de calzado, no me lo estoy inventando). “Al pueblo le gusta pagar su cosa (sic)… la gente tiene que aprender a pagar por lo que vive (sic), por lo que tiene, tenemos que crear la cultura del esfuerzo, del trabajo, del logro… ¡cero regalado!”. También en los últimos meses el tirano Maduro ha tomado decisiones que han permitido la dolarización virtual de la economía, y ha tomado la decisión de retirar los controles de precios en la economía. Mejor dicho, en cuestión de meses, y debido al colapso de la economía, Maduro se convirtió en un férreo creyente en las bondades del neoliberalismo.

Y como si fuera poco, la agencia de noticias Bloomberg publicó una nota el pasado 27 de enero donde comentaba que, ante la debacle económica, Maduro está tratando de avanzar en un proyecto de ley que permitiría la privatización total de PDVSA. Según Bloomberg, el gobierno de Maduro ya le ofreció la compañía estatal de petróleos a Rosneft, Repsol, y a al italiana Eni SpA. Lo más patético de todo es que el tirano Maduro está tratando de vender una compañía que hoy en día produce solo 700,000 barriles de petróleo al día, cuando hace unas décadas producía 3.5 millones de barriles al día. ¡Mejor dicho, está regalando la empresa!

En síntesis, y como decía Thierry Ways en su columna, Venezuela salió del capitalismo para abrazar el socialismo rancio de Chávez, para dos décadas después volver al mismo capitalismo, solo que para implementarlo en una economía que vale un 65% menos, y en un país donde el 90% de la gente es pobre. ¡Valiente pendejada!  

@AlbertoBernalLe

Publicado: febrero 11 de 2020

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